¿Los hackers son buenos o malos? ¿Hay distintas clases? ¿cuantos tipos podemos encontrar?
Empecemos diciendo que no vamos a entablar juicios morales en este blog, nuestra publicación es de tecnología, no de religión o de ética; solo tomamos una forma que tienen las personas de buscar información al respecto y tratamos de presentársela con argumentos, para que puedan tomar decisiones pertinentes.

Tabla de contenidos

Tipos de hackers, clasificación básica

Sombrero negro (crackers)

Per se, la palabra hacker causa repulsión, ya vimos que de alguna forma somos víctimas de las redes sociales y los medios masivos de comunicación (Definición de los Hackers). Ya tenemos la mente envenenada que un hacker solo puede ser un individuo malévolo que voluntariamente viola sistemas o redes, percibe información de forma ilegal o intenta apropiarse de los equipos de cómputo de manera remota. Y pare de contar. Obviamente no se refleja toda la historia. Porque resulta que como en toda narrativa sea o no tecnológica, hay tipologías, hay de todo en la viña del señor decían los mayores. Los hackers criminales son aquellos Black hat, de sombrero negro o crackers. Hacen lo que hacen con intención maliciosa. Inician un DDoS en un sitio, roban información confidencial; estropean una página web solo porque estaban aburridos.

Sombrero blanco (white hat), ético, como servicio público

Pero hay curiosos que son capaces de ingresar a las redes o sistemas para encontrar vulnerabilidades, presentar su reporte y sugerencias de mejora para la seguridad de los o las mismos. Se trata de los buenos por decirlo así, los que le hacen un gran favor a la comunidad, los que aportan algo a la sociedad si se prefiere.

Obviamente cuentan con la confianza y el permiso de las respectivas Compañías para hacerlo; los expertos informáticos en seguridad ingresan, evalúan los riesgos, someten a prueba cada detalle posible, encuentran puertas traseras, contraseñas débiles, ficheros obsoletos y todo lo que ponga en riesgo la información dada en custodia.

Trabajo

No resulta extraño que hayan empleos con estas características, luego de muchos años de ser considerados proscritos quienes tuvieran este tipo de habilidades. De alguna forma, esto previene la mayoría de posibles intrusiones, lo que ahorra dinero y otros recursos de la empresa.